5 diferencias entre la educación virtual y presencial
Estamos tan habituados a escuchar el término educación que se ha convertido en otro más de esos conceptos que conocemos pero en el fondo no sabemos definir.
¿Te ha pasado? Sentarte a charlar con alguien, preguntarle qué significa determinada palabra y encontrarte con una definición que es un conjunto de palabras enlazadas sin verdadero sentido…
Creo que todos tenemos una opinión respecto a la educación, pero ¿realmente entendemos cuál es su importancia y finalidad?
La educación es el proceso de facilitar el aprendizaje de conocimientos, ideas y valores. Suena sencillo pero su eje fundamental radica en dos instancias que muchas veces se desdibujan en la práctica: la enseñanza para facilitar el aprendizaje.
Muchos educadores invierten cientos de horas en planificar la fase de enseñanza olvidando que lo realmente importante es destacar el aprendizaje como fin primordial de cualquier estrategia formativa.
No podemos desligar la planificación del cumplimiento de los objetivos, la importancia de esta etapa es innegable, pero… ¡dejemos de perder el tiempo! El foco de cualquier proceso pedagógico debe estar en los métodos y los medios que garanticen la fijación sostenible del conocimiento. En palabra más simples “¡el aprendiz tiene que aprender!”.
Lamentablemente, con el avance de las metodologías educativas estos problemas se han agudizado. Especialmente en los entornos virtuales, los capacitadores preparan sus programas de formación pensando que el trabajo consiste únicamente en digitalizar el material de las clases presenciales sin preocuparse si este va a ser interiorizado.
Capacitar eficazmente en el mundo virtual requiere métodos distintos de aquellos que usamos en las clases presenciales. ¡Es como si un piloto creyera que por saber conducir un auto puede también manejar un avión!
¿Realmente crees que una persona puede aprender y motivarse al leer un PDF a través de la estática pantalla de una computadora?
Si el proceso de aprendizaje encuentra aún más obstáculos con la incorporación de la tecnología… ¿cuál es la solución?
Lo primero es considerar cuáles son las diferencias entre las dos metodologías. Hay varios factores que marcan claramente la línea divisoria entre estos dos formatos de educación y entenderlos puede ser la clave que nos permita promover un aprendizaje verdaderamente significativo.
¿CUÁLES SON LAS DIFERENCIAS ENTRE LA EDUCACIÓN VIRTUAL Y PRESENCIAL?
El rol del instructor. ¡De transmisor a motivador!
En las clases presenciales el instructor es la única fuente de consulta mientras que en los entornos virtuales los participantes pueden enriquecerse a través de diversas fuentes de conocimiento. Las Tecnologías de Información y Comunicación (TICs) facilitan la construcción de conocimiento colectivo. Si aprovechamos bien esta posibilidad, el rol de la instrucción virtual pasa de ser una simple transmisión de información a convertirse en una serie de procesos que estimulan el pensamiento crítico, por ende elevan la calidad del aprendizaje. El instructor guía y aconseja a los participantes a lo largo del curso, contesta inquietudes y preguntas ya sea por e-mail, chats y foros, provee feedback en trabajos prácticos y evalúa las competencias, al tiempo que estimula y fomenta la actitud autodidacta.
El participante. ¡De pasivo a activo!
En las capacitaciones virtuales el participante tiene la posibilidad de convertirse en un personaje autónomo y activo ya que por un lado puede tomar el curso a su propio ritmo, y por otro puede aportar el conocimiento adquirido en sus investigaciones en la web por medio de su participación en las actividades interactivas. Es importante destacar que en la educación online los participantes tienden a sentirse abandonados, por lo que te recomendamos diseñar constantemente actividades que te permitan mantener comunicación fluida con los participantes de tus cursos.
Tiempo y espacio. ¡De fijo a flexible!
En la educación presencial hay un horario y lugar establecido que debe respetarse para que se produzca el conocimiento. La educación virtual asíncrona ofrece la ventaja de ajustarse al horario de los participantes. No importa si por algún motivo un estudiante no pueden reunirse en un aula regular para aprender, la tecnología permite que la información esté accesible siempre. El reto es que los instructores puedan estimular a tal punto a sus alumnos, que estos deseen aprovechar la ventaja de la disponibilidad permanente del conocimiento.
Material. ¡De Limitado a Extenso!
En la educación presencial los contenidos están limitados a la comunicación verbal, no verbal y escrita. Las TICs representan una herramienta de apoyo al proceso de aprendizaje, la disponibilidad de grabaciones sonoras, imágenes, vídeos, correo electrónico, mensajería interna, foros de discusión y todo tipo de contenidos multimedia, son fuentes de innovación y herramientas creativas que pueden ayudarte a capturar la atención de quienes quieres capacitar.
Métodos de enseñanza. ¡De la uniformidad a la multiplicidad!
Otra diferencia que cambia las reglas del juego es la gran variedad de herramientas didácticas que puedes utilizar con la modalidad virtual. En la enseñanza presencial los participantes se ven obligados a adaptarse a la forma en la que enseñanza el profesor, las limitaciones se basan en el nivel de creatividad de este, en cambio en la enseñanza virtual las posibilidades metodológicas se extienden: con la tecnología educativa la limitación no es el conocimiento sino la curiosidad.
Además de un rol enseñar es una responsabilidad, así que si estás pensando en pasar tus capacitaciones presenciales a modo virtual, no dejes de capacitarte. La educación avanza al ritmo vertiginoso de la tecnología.